Artículo No.999664
FraganciaOriental, Fresco, Floral
Notas de SalidaVainilla
Notas de CorazónSándalo, Regaliz, Cacao, Madera, Madera de gujak, Panal
Notas de FondoSándalo, Pimienta, Almendra, Haba tonka, Coco
SeasonPrimavera
Un Bois Vanille de Serge Lutens es un perfume para hombres y mujeres de la familia olfativa oriental amaderado. En lo más profundo del México azteca, Serge Lutens nos lleva tras los pasos del conquistador Hernán Cortés y su descubrimiento del néctar más celestial, la vainilla. Un delicioso viaje con aroma a madera al corazón de una civilización olvidada. En eso se inspira este perfume.
El perfume desprende el aroma dulce, cautivador y cremoso de la vainilla. Una nota que cautiva a los dos sexos, especialmente al femenino. La vainilla tiene el mismo defecto que tienen muchas de las notas intensas, que dan siempre el mismo olor cuando el perfume evoluciona si se usa en exceso. Para evitar esto, Lutens elige otras notas tan intensas como ella, que crean un ambiente cálido y acogedor. De esta manera, la vainilla no se acentúa con las otras notas, sino al contrario, se suaviza gracias a ellas. Este enfoque conquista a quienes se cansan de la misma cara que la vainilla confiere a la mayoría de los perfumes. La leche de coco aporta un lado afrutado, mientras que la cera de abejas, el benjuí y las habas tonka forman un fondo cálido y dulce. El regaliz y las almendras son pequeños dulces en esta combinación afrutada, tostada y caramelizada, rematada por la madera seca del gaiac y el sándalo cremoso.
El perfume desprende el aroma dulce, cautivador y cremoso de la vainilla. Una nota que cautiva a los dos sexos, especialmente al femenino. La vainilla tiene el mismo defecto que tienen muchas de las notas intensas, que dan siempre el mismo olor cuando el perfume evoluciona si se usa en exceso. Para evitar esto, Lutens elige otras notas tan intensas como ella, que crean un ambiente cálido y acogedor. De esta manera, la vainilla no se acentúa con las otras notas, sino al contrario, se suaviza gracias a ellas. Este enfoque conquista a quienes se cansan de la misma cara que la vainilla confiere a la mayoría de los perfumes. La leche de coco aporta un lado afrutado, mientras que la cera de abejas, el benjuí y las habas tonka forman un fondo cálido y dulce. El regaliz y las almendras son pequeños dulces en esta combinación afrutada, tostada y caramelizada, rematada por la madera seca del gaiac y el sándalo cremoso.