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CORRECTOR DE COLOR

Un acabado impecable

¿Cuál es la fórmula mágica para conseguir un tono impecable? ¡Los correctores de colores! Con un pequeño truco de la teoría del color, puedes conseguir una base impecable para tu maquillaje de forma facilísima. Te contamos cuál es la importancia de los tonos rosas, violeta y verdes y cómo pueden hacer desaparecer fácilmente la más mínima imperfección.

¡Olvídate de las imperfecciones en el rostro y hazlo como los profesionales!

¿Cómo se unifica el tono? La idea fundamental de esta tendencia de maquillaje se basa en la teoría de los colores complementarios. Inicialmente, los colores opuestos en el círculo cromático tienen un gran efecto de contraste al ojo humano, pero si los combinas, se neutralizan entre sí. La unificación del tono se basa en este efecto, por eso es una técnica muy popular que emplean un gran número de maquilladores profesionales.

¿Y qué tengo que hacer para unificar el tono?

El primer paso es el mismo para todas las rutinas de maquillaje: preparar la piel con una crema de día de hidratación profunda. Los productos para unificar el tono se aplican antes de la base, ya que son la base del maquillaje. Elige los colores complementarios adecuados y difumínalos muy bien con tu piel. Lo mejor es aplicar las texturas cremosas con un aplicador en primer lugar y a continuación integrarlas con una esponja.

¿Qué colores corrigen cada tipo de imperfección?

Para obtener un resultado lo más homogéneo y natural posible, es muy importante que trabajes con los tonos adecuados. Hemos recopilado los colores adecuados para las zonas clásicas, que podrás hacer desaparecer con los correctores de color.

Melocotón para las ojeras oscuras

El color melocotón neutraliza las sombras azuladas y moradas en las pieles claras. Aplica un corrector de color sólido o fluido con una brocha para corrector o con tu dedo índice sobre las ojeras oscuras debajo de tus ojos. ¡Adiós a las ojeras! Ten en cuenta que debes adaptar el tono del corrector de color al tono de tu piel. Cuanto más oscuro sea el tono de tu piel, más oscuro debe ser el color de tu corrector de color. Si estás muy bronceada, el naranja puede ser justo lo que necesitas para disimular las ojeras oscuras.

Amarillo para las venitas y las manchas

Si tu piel es parda o aceitunada, el amarillo cubre los hematomas. También lo puedes aplicar en una superficie mayor sobre las venas azuladas de tu cara. Con el amarillo desaparecerán. Aplica un corrector de color amarillo fluido dando toquecitos con la ayuda de una esponja y a continuación aplica una base. Si tienes un tono de piel especialmente claro, el amarillo limón es la opción adecuada. Cuanto más oscura sea tu piel, mayor deberá ser la proporción de naranja en el amarillo.

Verde para las rojeces

Con un corrector de color verde, tanto los granitos como las manchas rojas e incluso las rojeces en la piel de la nariz desaparecerán como por arte de magia. Y es que el verde es el color complementario del rojo y por ello camufla las rojeces no deseadas. Lo mejor es que uses un corrector de color verde fluido o un producto sólido en forma de barra, aplicándolo de forma focalizada. Para ello, utiliza una brocha para corrector o tu dedo índice y a continuación aplica la base. Muy práctico: muchos correctores de color verdes ya vienen con un aplicador integrado.

Morado para una tez radiante

Con el estrés, rápidamente tenemos un aspecto cansado. Los tonos morados suaves como el lavanda neutralizan las zonas de la piel pálidas y amarillentas. En los tonos de piel medios, los correctores de color morados también reducen las ojeras. Aplica un producto fluido dando toquecitos con la ayuda de una esponja de maquillaje en el óvalo de la cara. Con la ayuda de un corrector de color morado en barra también puedes dibujar líneas en tu frente o en el tabique nasal: en todas las zonas donde desees un aspecto fresco. El resultado: tu piel lucirá radiante con un brillo muy saludable.

Rosa para las zonas oscuras en las pieles claras

En las pieles muy claras, el rosa es el arma secreta para disimular las zonas oscuras y los subtonos azulados. Aplica un producto fluido con la ayuda del aplicador integrado o con una esponjita de maquillaje debajo de los ojos y despídete de las ojeras oscuras.

Corrector de color y corrector

¿En qué se diferencian el corrector y el corrector de color? Muy sencillo: un corrector cubre las imperfecciones y las manchas de color. Si utilizas un tono más claro, también lo puedes utilizar como iluminador. Sin embargo, un corrector de color neutraliza de forma específica las manchas más intensas que no cubren ni la base ni el corrector. Entre ellas se encuentra la rosácea, las cicatrices de acné y las ojeras muy oscuras.

La fórmula mágica

para un acabado perfecto